Moriles y Montilla
SUELO Y CLIMA
Nuestros vinos destacan también por su graduación alcohólica natural, una característica que los hace únicos. Ya que nuestro clima y la variedad de uva predominante, la Pedro Ximénez, en su madurez optima alcanza suficiente nivel de azúcares que las levaduras transforman en el necesario grado alcohólico de manera natural.

SUELO DE ALBARIZAS
Las albarizas son suelos ricos en carbonato cálcico, con suelo y subsuelo formados por margas blandas, con estructura hojaldrada o grumosa, y cuyos horizontes tiene un alto poder retentivo de la humedad, en los cuales las raíces de la cepa se desarrollan principalmente en los primeros setenta centímetros de profundidad, si bien la raíz principal puede llegar a sobrepasar los cuatro metros de fondo.

EL CLIMA
El clima que impera en Moriles y Montilla se clasifica como Semicontinental Mediterráneo, con veranos cálidos, largos y secos e inviernos cortos y relativamente suaves.
En esta región central de Andalucía se registran las temperaturas más elevadas en los meses de julio y agosto de toda la península ibérica, con máximas históricas que superan los 46ºC. Las horas de sol efectivo se sitúan en torno a las 3000 por año. La pluviometría anual oscila entre 500 y 1000 mm, caracterizada por su irregularidad tanto en el reparto anual como interanual. Siendo lo más habitual entre 600 y 800 mm/anules.
ZONA Y CRIANZA
Más información
LA ZONA: Los vinos generosos de Montilla-Moriles constituyen un mundo aparte dentro del universo de la Enología. La combinación del suelo -las albarizas- el clima, y la uva de la variedad Pedro Ximénez da lugar a unos vinos muy singulares que no dejan indiferente al que los prueba.
La zona vitivinícola se extiende al sur de la provincia de Córdoba. Los ríos Genil y Guadajoz limitan sus fronteras oriental y occidental, en tanto que el Guadalquivir al norte, y las sierras de la Subbética, al sur, delimitan su contorno.